Relájate, deja que la vida te sorprenda.

by | Ene 4, 2021 | Sin categoría | 0 comments

Hace unos días fui al acupunturista; como parte del tratamiento que llevo con él, le cuento que está pasando en mi vida en el momento.  Le conté que me preocupaban situaciones que todavía no estaban pasando; mi economía, un viaje que estaba por hacer, la relación con mi hija, etc.  Él me dijo, “Gaby, deja que la vida se desenvuelva, ve resolviendo sólo lo que tengas en frente, no pienses en lo que está pendiente, deja que la vida te sorprenda.”

No es algo nuevo lo que me dijo, lo entiendo y lo creo a nivel racional, pero llevarlo a la práctica ha sido un reto para mí hasta ahora.  Esta forma de llevar la vida me ha traído consecuencias negativas en todos los niveles. 

Ese día me ayudó escucharlo de él; la vida siempre me recuerda verdades que me hacen bien por muchos medios.  Si pongo atención, me doy cuenta que la vida se encarga de eso que me preocupa y que ¡no hay necesidad de preocuparme!

Una de las situaciones que me preocupaba ese día es la economía; en la tarde recibí un pago completamente inesperado de una fuente que nunca me hubiera imaginado.  También había una situación con mi hija que me tenía inquieta, en la tarde tuve una conversación con ella y su respuesta me reafirmó que todo estaba e iba a estar bien. Sin duda, la vida me sorprendió y confirmó lo que había escuchado del acupunturista.

Por ahora, creo que este mecanismo de preocupación que me ha acompañado durante mucha parte de mi vida va a seguir ahí – también tiene la función de protegerme.  Sin embargo, hace toda la diferencia tenerlo consciente para poder detenerme a reflexionar cuando el miedo me invade.  Preocuparme no ayuda en nada, el pensar e intentar resolver en la mente me crea la ilusión de estar en control, pero en realidad ¡muy poco de lo que pasa está dentro de mi control! 

Como antídoto para esto que me pasa está la oración de la serenidad que se usa en grupos de 12 pasos.  “Dios concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que sí puedo y sabiduría para distinguir la diferencia.”  Pido que pueda (y tú también) recordar esta oración en momentos en los que me preocupo y me salgo de la experiencia del momento por querer resolver algo que está fuera de mi control con mis pensamientos.