Este es una frase que me repito últimamente cada vez que dudo en seguir adelante con el trabajo de auto conocimiento o cuando tengo que hacer algo que me da miedo.
Estar en este camino muchas veces no es fácil para mí, sobre todo cuando no logro ver mi responsabilidad en la co creación de las cosas que no me gustan en mi vida. Cuando esto sucede, caigo en impotencia y victimización porque pienso que la vida está siendo injusta por mandarme situaciones que son incómodas o porque no se cumplen mis deseos.
Aquí el miedo (o el ego) trata de convencerme de seguir haciendo lo conocido, me dice “¿para qué hacer algo diferente?, ya has probado hacer otras cosas y no funcionan, ¿cómo te va a ayudar hacer esto para resolver tu problema?” etc. Está en mi poder cambiar mi percepción acerca de los eventos de mi vida y tomar acciones que me lleven al crecimiento y expansión.